Antes de embarcarnos en un nuevo proyecto es mejor saber donde nos metemos y si tenemos alguna posibilidad de conseguir resultados. Para ello nada mejor que saber el tipo de estrategia SEO que hace nuestra competencia.
No siempre vamos a poder aparecer por los términos que nos gustaría ni por los que le gustaría a nuestro cliente si trabajamos solamente los aspectos on-page, y menos si nos enfrentamos a un portal vertical.
Tendremos que utilizar otros medios como menciones, reputación, social media, notas de prensa, linkbuilding, trabajar un blog para crear contenido relacionado, etc… factores más bien off-page. Pero como digo, el tipo de SEO que hagamos dependerá del tipo de página que queramos ser.
Cómo ya hemos dicho, el SEO son técnicas que se usan para conseguir que los buscadores reconozcan el contenido de nuestra web y la posicionen en función de los mismos. Para hacer eso, utilizan una serie de parámetros internos que, por cierto, los buscadores como Google cambian cada dos por tres.
El motivo, además de mejorar su funcionamiento, es separar el grano de la paja. Es decir, ver qué webs están activas y cuales no lo están, dependiendo de si actualizan su contenido y se adaptan a los nuevos parámetros o no. Así, las que se actualicen frecuentemente obtendrán una mejor posición que las que no lo hagan.
Su aplicación se puede llevar a cabo en:
También es muy común pensar que el posicionamiento web es lo mismo que el SEO. El SEO es solo una de sus especializades.
Tener una página web bien posicionada es de vital importancia para cualquier negocio o proyecto que requiera visibilidad en Internet.
Y donde más claramente se ve su relevancia es en el comercio electrónico ; según el Estudio de eCommerce en España, en el 36% de los casos, la web de la marca es la principal fuente de información usada por los consumidores antes de comprar, ¡por delante incluso de las redes sociales! (que solo influyen en la decisión de compra en un 27%). ¿Comprendes ahora por qué es tan importante que tu website tenga visibilidad?
Y es precisamente la forma de adquirir esa visibilidad lo que nos permite distinguir entre diferentes alternativas para hacer posicionamiento web.
Más arriba ya hemos hablado del SEO y de los diferentes tipos que existen. ¿La gran ventaja del SEO? Que los resultados duran en el tiempo, siempre y cuando se trabaje el posicionamiento natural SEO, sin incurrir en técnicas penalizadas. Puedes leer sobre esto aquí: ¿Cuántas palabras clave se recomiendan en SEO?
Hay otras técnicas de posicionamiento:
El Search Engine Marketing (SEM) también busca posicionar un sitio en los primeros resultados para determinadas búsquedas o palabras clave. La diferencia es que con el SEM, te posicionas a base de talonario, mediante enlaces patrocinados en plataformas como Google Adwords.
Este tipo de publicidad funciona mediante un sistema de pujas en tiempo real que establece un Coste Por Clic (CPC). Pero en Adwords, la puja más alta no tiene asegurado el primer puesto en los anuncios patrocinados.
Google quiere asegurarse de que los anuncios son útiles para los usuarios y para ello añade un factor relativo a la calidad de la campaña y la página de destino a la que conduce: el quality score. La posición o el ranking en el que aparecerá tu anuncio depende del CPC y el quality score. y el éxito entre el click y la conversión,en la página de destino del anuncio.( la página de contacto, la landing page),etc.
El SEM tiene la ventaja de que, ¡funciona! Según una encuesta el 40% de las pymes que invierten en algún producto de marketing, lo hacen en publicidad de Adwords.
En su contra, y a diferencia del SEO, los resultados desaparecen en el momento en que dejas de invertir dinero.
Este tipo de posicionamiento está especializado en canales sociales (blogs, plataformas, redes sociales...). El SMO cumple dos funciones básicas.
Ambos planteamientos son compatibles y se complementan dentro de una estrategia global de marketing. Las acciones dentro del SMO van enfocadas a crear contenidos corporativos, diversificarlos en distintos formatos, compartirlos en varios canales, fomentar que sean compartidos, generar conversación, buscar la viralidad, etc.
Una de las mayores ventajas es que, además de generar tráfico hacia tu web y adquirir visibilidad dentro de otros canales como las redes sociales, el SMO es importante para el branding.
Esto te abre las puertas a otro tipo de posicionamiento, que consiste en instalar tu marca en la mente de los usuarios. Una de sus principales desventajas es que, aunque puede proporcionarte picos de visitas, las acciones tienen una vida muy corta, lo que te obliga a realizar un trabajo constante.
¿Cuál de estas opciones es la mejor para mi proyecto?
Todas ellas son complementarias Lo más aconsejable en la mayoría de los casos, es una estrategia que combine SEO, SEM y SMO. Porque si das a conocer tu marca desde el minuto uno con los canales sociales, consigues clientes a corto plazo con enlaces patrocinados, y realizas un trabajo serio de optimización a medio o largo plazo... ¿qué puede fallar?
Y hasta aquí llegamos con este post sobre los distintos tipos de SEO que existen.
Si quieres ampliar más sobre el SEO te recomendamos que te descargues este ebook de forma gratuita!